Los pueblos oprimidos lo son en cuanto que son víctimas de sistemas humanos. La causa de Dios es la liberación de los pueblos, liberación de sistemas de injusticia denominados pecados, el sistema humano más perfecto es injusto, y por ende pecado contra el hombre, y pecado contra Dios. Dios no tiene comunión con el pecado, o sea con el mundo del pecado, o con un mundo estructurado bajo el pecado, sin el sistema de Dios no hay liberación del pecado y por lo tanto hay condenación, entonces ¿qué significa ser teocrático en medio de un mundo de pecado? ¿Será ser parte del sistema de pecado? ¿Será ser neutral ante una situación de opresión? ¿Será ser indiferente frente a la realidad de pecado? ¿Es esto ser teocrático?.
No, de ninguna manera, ser teocrático es comprometerse con Dios, con su proyecto, trabajar para su construcción, luchar por él.(Yihad) La actitud del hombre en relación a Dios y a su proyecto salva al ser humano o lo condena, en el día de juicio se le preguntará a cada persona por su actitud frente al proyecto de Dios. Si se encuentra que toda su vida, todos sus bienes, estuvieron al servicio de Dios, de que en el mundo se hiciera su voluntad, esto lo salvará, lo contrario es la condenación.
Considerando
Que existen fundamentos bíblicos que establecen el marco espiritual y físico de un Evangelio de Reino para el establecimiento de una nación libre, y que pueda aliarse y regirse por principios bíblicos, a fin de garantizar en primer lugar un evangelio de poder y gloria que establezca el cumplimiento de la palabra y genere la seguridad, la paz, la plenitud y la justicia de todos sus habitantes.
Considerando
Que DIOS es nuestro padre y creador, que ha conferido toda autoridad a su Hijo JESUCRISTO, y que su iglesia ejerce esa autoridad y gobierno por su palabra y la dirección del espíritu santo. Creyendo que somos un reino de sacerdocio y establecer así lo tan aclamado por todos, el Reino.
Considerando
Estamos en los tiempos del cumplimiento de esta palabra del profeta Isaías, donde el monte de Dios será confirmado como cabeza de los montes, porque del señor saldrá la ley y el decreto, para traer orden y bienestar a las naciones el monte de Dios es su Reino ordenado y establecido en su palabra, este es un nuevo tiempo de una sociedad en una ciudadanía de Reino, fundamentados en el decretos de Dios para su pueblo. Hoy la iglesia comienza a tener forma, estructurándose en un modelo de Reino con desempeño, Social, Política y Económica, y sus ministros encabezan estas autoridades representativas como gobierno del Reino, ejerciendo roles protagónicos en nuestro tiempo y geografía.
Considerando
Que amparado y afianzados en la promulgación de los decretos bíblicos promocionado por este modelo, donde El orden, la justicia, la misericordia y el amor, sea nuestro principal legado como los 4 pilares de los preceptos del Ha-Elohím, el cual son indispensables para producir cambios, físicos y espirituales necesarios, a favor del bienestar y el progreso en nueetro planeta,
Donde la cabeza de este cuerpo es EL MESÍAS
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